Parto (VI): El empujón final
A las 20:45 se llevaron a Sandra a la sala de partos y a mi me hicieron esperar tras las puertas de cristal del pasillo al que dan todas las salas de partos (que al fin y al cabo son quirófanos).
Lo que pasó fuera de la sala de partos:
Me pidieron que me pusiese el 'uniforme' de "papá esperando a que le dejen entrar": Un gorro, una bata y unos patucos de la talla 55. Todos ellos en color verde quirófano y en un material parecido al papel cebolla.
"Por favor, espera aquí que en cuanto puedas pasar te avisamos"
En cuanto vi la camilla que llevaba a Sandra desaparecer por aquella puerta de metal con una ventana a modo de ojo de buey, sentí como el segundero del reloj desaceleraba. Los segundos ya no eran segundos. Por lo menos duraban un minuto cada uno. Nadie me avisaba.
De pronto mis pies empezaron a moverse y de forma compulsiva caminaba de un marco al otro de la puerta de cristal del pasillo.
"No se habrán olvidado de ti ¿no?" se burló una enfermera que pasaba por allí.
"Espero que no" respondí yo intentando seguirle la broma.
Pasado un tiempo pensé que tal vez hubiesen necesitado utilizar cualquier ayuda mecánica: fórceps, ventosa,.. y la idea no me gustó nada. Tal y como rezaba un cartel tras la puerta de la sala de preparto, los padres podrán estar presentes salvo en caso de estas intervenciones. Pero de cualquier forma era lógico. Si no podía empujar suficientemente tendrían que ayudar desde fuera.
No sé cuanto tiempo había pasado cuando una amiga de la familia que asistía al parto como auxiliar salió para tranquilizarme: "Tranquilo Jesús. Todo va de maravilla. Pronto te avisaremos para que pases".Ella nunca sabrá cuanto se agradecen esas palabras y que se acuerden de uno en un momento así.
Un par de minutos después, estaba yo intentando recibir información con mi 'superoido', cuando me pareció entender una frase que provenía de la sala donde estaba Sandra: "Avisa a ... (no entendí el nombre)..., que venga que tenemos una 'ventosa'". Ahora ya sabía por qué no me habían llamado todavía.
Vi llegar a la persona en cuestión (de la que no había entendido el nombre) con una caja en la mano. Entró en la sala de partos.
Ya no supe nada más hasta que unos minutos después (según el reloj), o años después (según mi reloj emocional), volvió a salir nuestra amiga y me dijo:
"Ya puedes..." Creo que la frase terminaba con "pasar", pero no lo oí, pues ya estaba dentro cuando la pronunció.
Lo que pasó dentro de la sala de partos:
La sala en la que metieron a Sandra era una sala con los últimos avances y recién estrenada.
Se trataba del primer quirófano del pasillo.
Con todo el personal en sus puestos (unas 7 personas entre médicos, matronas, auxiliares y enfermeras) comenzó la última fase del parto: la expulsión.
Al principio intentaron que el bebé saliese empujando, pero quedó patente que la anestesia y el agotamiento de las dos horas anteriores empujando, hicieron está posibilidad imposible.
Luego, nuestra cuñada (y por cierto madrina de Alonso) se subió a una altura (una especie de cajón en el suelo) para poder encaramarse en el esternón de Sandra y ayudar en la expulsión. Lo intentó con todas sus fuerzas hasta tal punto que dos días después Sandra todavía molestias en el esternón.
Finalmente alguien dijo que llamasen a otra persona porque "tenemos una ventosa".
Al final se utilizó la ventosa con la ayuda de una episectomía practicada.
"Un empujón más y sale" decía la madrina de Alonso.
"No, uno no. Quedan dos. Dos más y ya está aquí." respondió la ginecóloga que asistió el parto.
Entonces Sandra empujó una sola vez más y... al momento Alonso aparecía de entre sus piernas levantado por los brazos de la ginecóloga.
Al otro lado de la sala se abría la puerta y aparecía yo disfrazado de "cirujano del cadena 100". Lo primero que vi fue el culete de Alonso, que estaba sostenido en el aire por los brazos de la ginecóloga y unas piernas larguísimas. El cordón colgaba cortado solo por un extremo (el cercano a la madre.
Me acerqué a Sandra, a la que le habían puesto en brazos al bebé. Nos miramos y nos besamos los tres. Sin duda fue uno de esos momentos que recordaré toda mi vida por mucho que viva. Puede que algún día me olvide de como me llamo, pero no me olvidaré de ese momento.
En el momento en el que los dos mirabamos a Alonso, en nuestros brazos, el nos devolvío la mirada. Todo el tiempo con los ojos abiertos y sin sacarnos la vista de encima.
Recordé entonces esas historias de padres a los que se les han llevado a su hijo y les dan el 'cambiazo' por otro. Comprendí que se trataba de una leyenda urbana. Cuando miras a tu hijo por primera vez memorizas su cara y la distinguirías entre cien millones de bebés.
Se llevaron a Alonso para hacer un reconocimiento, pero no a otra habitación, sino a 2 metros de la camilla. En la misma sala.
Desde donde yo estaba podía verlo, pero Sandra me animó a que me fuese con él mientras a ella le daban unos puntos.
Allí estuve yo con un ojo en Alonso y un ojo en Sandra.
La primera impresión de Alonso fue que no se parecía a ninguno de los dos y a los dos al mismo tiempo. Es un niño mucho más guapo que lo que me pude imaginar.
Sus dedos de las manos eran larguísimos y sus uñas también.
Del tamaño de los pies (más propios de un hobit) deduje que se trataba de un niño con tendencia a crecer.
Y sus piernas y brazos... ¡estaban musculadas! Nunca había visto un bebé con los músculos tan marcados como estos. Mis padres siempre dijeron que eso también les sorprendio a ellos y a los médicos.
Poco después me pidieron que saliese al pasillo, y me prometieron que Sandra y Alonso irían en un minuto. Aproveché ese minuto para informar a los abuelos por teléfono. Y es que hasta el momento los habíamos tenido desinformados.... o eso creíamos)
15 comentarios :
Ha sido emocionante, muy emocionante, detalladísimo y tremendamente instructivo. En ningún libro de embarazo y parto se describe con tanta concisión y lujo de detalles un parto como tú lo has hecho aquí. Por no hablar del tiempo que hacía que todos, todos, esperábamos el momento de conocer todos los pormenores de la llegada al mundo de Alonso.
Pero, sobre todo, ha sido tremendamente emotivo, se me ha hecho un nudo enorme en la garganta al leer el último post, ha sido impactante, sorprendente, extraordinariamente conmovedor. Muchas, muchísimas gracias por este inmenso regalo que nos has hecho a todos.
Sólo una pregunta... ¿a Sandra le hicieron la episiotomía, o no? Como no lo has indicado deduzco que no, pero teniendo en cuenta que se practica casi en el 80% de las ocasiones... pues eso.
Y de nuevo muchísimas felicidades y gracias por todo.
Por cierto, échale un vistazo a este artículo en El País: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Queremos/ninos/Protejamos/madres/elpepisoc/20081001elpepisoc_1/Tes/.
Informa de que en la Unión Europea pretenden fijar hasta las 18 semanas el mínimo de baja por maternidad. Con un poco de suerte quizá os pillaría... Obviamente, los empresarios se oponen a esta iniciativa.
Hola nmml,
si que le practicaron la episectomía. Aunque releyendo el post veo que solo lo mencioné en una frase:
"...Al final se utilizó la ventosa con la ayuda de una episectomía practicada..."
Creo que tal vez lo he pasado un poco por alto y le he dado más importancia a otros aspectos más... ¿emocionales?
Claaaaaaaaaaaaro, por eso lo debí leer y también a mí se me pasaría por alto. Madre mía, es que tienes un don, resulta sorprendente lo bien que mantienes el pulso del ritmo narrativo, cómo logras ir creando una atmósfera de emoción tal... se me ha hecho un nudo en la garganta al llegar al final, daban ganas de echarse a llorar de alegría, y te prometo que no te engaño.
A mi también se me saltaban las lágrimas, Jesús. Eso de que nunca olvidarás ese momento es muy bonito!!!
Ahora a disfrutar de Alonso y a experimentar los miedos de ser papas y no tener el libro de instrucciones.
Muchos besos
solo puedo decir que he sentido que estaba dentro de la sala de parto y he vuelto a la realidad cuando las lagrimas han corrido por la mejilla
mi gran sincera enhorabuena
felicidades
Se me han saltado las lagrimas Jesus, era como si reviviera el parto de Aitana mientras te leia hasta que mi hija a interrupido el momento magico y me he decubirto a mi misma con lágrimas en la cara.
Yo tambien pensé lo mismo, en la vida olvidaré ese momento y los ojitos de mi niña, su olor...
me alegro mucho de que todo saliera bien.
¿como es Alonso? se porta bien? Besos y ENHORABUENA!!
ah que lindo como lo contás Jesús. Bello lo que decís de que un día uno podría olvidar su nombre pero no ese instante!!!
Gracias por compartir tu historia
Que bien lo cuentas todo Jesús!!! me alegro k todo saliera tan bien, la verdad k te imagino alli fuera vestido de verde jajaja
Yo no me puse epidural y mi madre decia k se sorprendia de la fuerza que yo tenia de aguantasr tanto dolor, peroi hasw dicho una cosa que nuncas habia oido.Es totalmente cierto eso de que luego del parto apenas recordamos el dolor.Porque a mi me dolió y bastante pero ahora lo digo y pienso,bah tampoco fue tanto... al menos no me hicieron episiotomia y no me dieron puntos, alguna recompensa tuve aparte de mi preciosa hija!!!!
bUENO UN BESO Y ESPERAMOS TODOS IMPACIENTES NUEVAS FOTOS!!!!
waaaaaaaaaaaaaaaaa
wena felicidades a los dos, tss y ya se rie?? naceran hablando y cnatando más adelante jajajajaaaja
felicidades a los dos pasaron muchas cosas para poder tener a su enano ^^
saludos a Sandra!
chauchera!
Hola Jesús,
a mí me ha ocurrido lo mismo leyendo, se me ha puesto la carne de gallina hacia el final. Me ha emocionado mucho, sobre todo saber que todo está bien. Ahora da menos miedo pensar en un futuro parto. Nosotros todavía no tenemos hijos, pero estamos en ello, ya te comenté en otra entrada que nuestra historia es muy parecida a la vuestra, sólo que nosotros aun no hemos conseguido el embarazo.
Y no todo es por el miedo al dolor, sino al miedo a no hacerlo bien, y que pase algo.
Ya habéis pasado 'lo peor' y ahora bien 'lo mejor': Verle crecer y ver cada día como aprende algo nuevo y ver en él gestos de vuestra familia ... ¡¡debe ser lo más maravilloso del mundo !!
Besos a los tres.
Hola,encontre el blog buscando informacion sobre el tardyferon e me lo he leido entero,es impresionante las cosas que tenemos en comun a parte de la ciudad en la que vivimos e ahora acabo de leer el parto paso a paso e desde que estoy enganchada a los blogs de bebes,mamis,partos e etc.no he leido cosa mas emocionante!!!!Ahora espero que vuelva mi marido para que lo lea porque es impresionantemente emocional.E para no hacer de eso mi blog decir que alonso de verdad es muy guapo su priemra foto sonriendo no tiene precio.espero de verdad que siga todo bien.A mi me ha sido de gran ayuda el blog dado que es la unica informacion que he hencontrado sobre el materno e como van las cosas alli.Gracias !!!!
hola Jesús, estoy leyendome tu blog hacia atrás porque buscando información sobre antomucolíticos en bebés he llegado a tu historia con Alonso. Me encanta tu punto de vista de papá y te animo a seguir escribiendo. pero no me puedo resistir a decirte que si bien toda tu vivincia es muy emocionante el parto me parece una lástima porque hay muchas maneras de vivirlo mucho mejores que la que cuentas. si tienes un segundo hijo te animo encarecidamente a solicitar un parto respetado donde tú puedas estar presente, donde tu mujer no sufra tantísimo, donde no se le hagan tantas practicas inncesarias q hasta vuestra propia cuñada considera oportunas :( como la episotomia, el empujon en la tripa, la separación del bebé y que te echaran a ti despues del parto....la ley nos protege pero el desconocimiento hace que nos dejemos llevar por practicas no humanizadas. Echa un vistazo a los planes de parto que hay en la web (los de la junta de andalucia por ejemplo basados en las recomendaciones de la OMS, http://www.juntadeandalucia.es/salud/sites/csalud/contenidos/Informacion_General/c_3_c_1_vida_sana/embarazo_y_salud/plan_parto_nacimiento_idiomas ) y las leyes que rigen el parto respetado. Espero que un segundo parto lo puedas disfrutar mucho más que el primero. besos. gemma
Te lo digo porque mi marido acaba de vivir nuestro parto conmigo y no se ha separado en ningun momento de la dilatacion y del expulsivo de nosotras y mucho menos de despues, donde por ley se puede exigir permanecer al menos 2 horas los tres juntos sin ninguna intervencion medica. es cierto que las cosas se facilitan si la epidural no ralentiza el parto por lo que también animo a tu mujer a preparase mejor para tener un parto mucho más corto(o no ponersela o ponerse menos dosis para poder contribuir más) y una recuperación posterior mucho mejor. yo soy primeriza y con la adecuada preparación dilate en hora y media y mis pujos me permitieron sacar a mi hija sin episotomia y en 20 minutos. a las 2 horas estaba caminando. no es suerte ni nada, es preparación y dar con matronas que respeten el parto como un acto normal y no una operación médica. que no os engañen :). saludos. gemma
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