La Cuna de Papá

15 mayo Jesús 1 comentarios

Cuando yo nací, mis padres compraron una cuna cromada y con forma algo redondeada. "Para que no se haga daño con las esquinas" decían. Tres años más tarde recuerdo que mi hermano la utilizó. Por las noches la cuna se llevaba al dormitorio de mis padres (tenía ruedas) y por la mañana la volvían a poner en mi cuarto. Cuando mi hermano dejó la cuna se la pasaron a la prima de mi padre, que acababa de tener su primer hijo, y diez años más tarde nació su hermana pequeña (esas pequeñas/grandes sorpresas que da la vida) que también la usó. Hace 4 años, el hijo de la prima de mi padre tuvo su primer hijo. Tras llevarla a repasar el cromado la cuna quedó nueva, por lo que este fue el quinto 'inquilino' de la cuna.

Me acaban de confirmar que ahora esa cuna volverá a su primer propietario: yo. Pero esta vez la usará mi hijo. Aún no sé si la traeremos a casa o la dejaremos en casa de mis padres para usarla esporádicamente cuando vayamos de visita, pero lo cierto es que me hace muchísima ilusión volver a ver aquella cuna y que mi hijo tenga la oportunidad de disfrutarla.

La verdad no creo que las cunas que se hacen hoy en día tengan la misma resistencia al paso del tiempo. Son más económicas, eso sí, pero ¿son más rentables?. Yo no lo creo.

He buscado y rebuscado en latas, cajas y cajones de fotos antiguas y (tristemente) esta es la mejor imagen que conservo de esa cuna. Es parte de otra foto más grande, en la que al fondo (casi por casualidad) salía esto: