No se encuentra el latido.

30 abril Jesús 2 comentarios

Ayer, al final de la tarde por fin nos pudo atender la amiga de nuestra cuñada.

Al principio estábamos ilusionadísimos. La impresora de la eco no funcionaba, pero yo ya iba preparado por si acaso. Saqué la cámara y le saqué una foto a la pantalla.

Durante la exploración midió el embrión y nos dijo que era de 1,62 cm, lo que equivale a unas 8 semanas.

Cuando Sandra pasó a la sala contigua para vestirse de nuevo, la doctora me comentó que estaba preocupada porque no encontraba latido. Que seguramente todo había ido mal pero no se atrevía a decírselo a Sandra. Me pidió que no se lo dijese, que mejor le haría una segunda prueba al día siguiente con un Doppler para ver si lo oía, y entonces se lo confirmaba.

Yo no podía ni creer lo que estaba oyendo. El mundo se me desplomó en ese mismo instante. El mismo instante en el que Sandra salió del vestuario.

No reaccioné hasta que estábamos casi en la recepción del portal. Entonces aproveché que llovía y le dije a Sandra que me esperase en la puerta, que yo sacaría el coche del parking para que no se moje.

Mientras iba a por el coche llamé a nuestra cuñada, que ya estaba hablando por la otra linea con su amiga ginecóloga. Ella me explicó que era casi probable al 100% que el embrión estaba muerto. Que no hace falta la segunda prueba. Que aunque no se oiga se tendría que ver actividad y no la había. Le expliqué que ni debía ni podía ocultárselo a Sandra. Por muy duro que fuese.

Cuando la recogí en el coche... la vi tan emocionada... tan contenta.

En cuanto pude aparqué en la cuneta y se lo dije de la mejor manera que se me ocurrió. Lloramos abrazados largo rato. Luego llamamos a nuestras familias para contarles la mala noticia. Y al trabajo para que no contasen con nosotros el lunes.

La noche fue... bueno, fue la peor de mi vida. No sé como describirla.